1 de mayo de 2010

"El libro" - Gerardo

Quien lee incorpora un arte fantástico que deambula sagazmente entre lo potencial y lo implícito.
Quien lee conversa con seres vivos y muertos, con seres reales y abstractos, con contemporáneos y antepasados.
Quien lee recorre un camino poblado de tipos tan entrañables como odiosos.
Quien lee ha emprendido viajes para los que no hay ni fronteras ni nacionalidad ni lenguas.
Quien lee tiene los bolsillos llenos de talento, creatividad y astucia.
Quien lee, tiene una excusa exquisita para amedrentar al miedo y monitorear la muerte.
Como dice Serrat, quien lee tendrá la sabiduría de poder desechar lo que resulta inútil, usando realmente lo que sirve.
Quien lee, tendrá en su haber el tesoro más preciado que se pueda obtener: abra cultivado su alma.
Nunca se ha escrito ni se ha leído tanto como en nuestros días. Sin duda cambiaron los modos. El mundo se piensa y percibe de otra manera.
Fluyen profusamente los distintos métodos y formas de informar. Sobran vertientes y canales. Solo cabe saber elegir.
Pero, paradójicamente, tengo la clara sensación que la lectura es una práctica en desuso
Ante ciertos libros uno se pregunta ¿quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta ¿qué leerán?
Años de deficiente educación mas algunos vicios instalados no muestran un panorama muy alentador.
Son ellos, los jóvenes, los únicos encargados de torcer la historia, su propia historia.
Deberán comprender que el conocimiento es lo único que no se negocia. Aquella famosa frase “el saber no ocupa lugar” tiene en la lectura un arma formidable para encausar aquel sendero que la Argentina de los años mozos supo construir.
Recuerdo aquellos lectores apasionados que se volcaban tanto a las bibliotecas publicas como privadas ávidas de saciar su gran placer: leer e instruirse. Otro momento, si, otro país.
Las editoriales estallaban como nunca. Los mejores libros son aquellos que quienes los leen creen que ellos también pudieron haberlo escrito, se dice con algún dejo de resignación se que los tiempos de cada uno no son los mismos.
Pero no pierdo las esperanzas de que la sociedad actual recupere el terreno perdido y la lectura reflexiva junto con el pensamiento crítico vuelvan a ocupar su verdadero lugar ¡que saludable seria volver a esas viejas prácticas!
Sobre la supuesta muerte del libro, se deben haber escrito muchos libros.
Ellos, el único objeto perfecto creado por el hombre, insistirán para lograr una clara señal de supervivencia.
El libro gobierna a los hombres, y es el maestro de l porvenir, se dice con mucha razón.
Es una batalla difícil pero que deberá darse. Seria trágico que la cultura sufra una derrota tan dura.
Los libros son compañeros dulces para el que sufre, y si no puede llevarnos a gozar de la vida, al menos nos enseñan a soportarla, juran los viejos escritores...
Un pueblo culto es el peor enemigo que un gobernante inescrupuloso puede tener.
Si cada uno de nosotros lo entiende, habremos dado el paso inicial para formar una sociedad madura, seria, señal que cambios profundos están por venir.
Allí si tendremos gran parte de la batalla ganada.

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