15 de marzo de 2010

"El amor en tiempos modernos" Gerardo Moszkowicz

Ciertamente, también en la política existen los enamoramientos profundos.
Sobran ejemplos: Eva y Juan Perón, Raúl Alfonsin son botones de nuestra elocuentes.
El régimen presidencialista es pasional, defensos a ultranza de su individuo con sus virtudes y defectos, se lo sigue de manera incondicional y siempre está justificado. Igual que en el matrimonio
Está en nosotros saber distinguir:
Vamos por 2 casitos de amor que se pueden generar
1) Seguir a aquel político que vos sabes muy bien te miente asquerosamente, capaz de llevarte al al altar para luego decirte: Si yo hubiera dicho lo que iba a hacer, jamás me hubieras elegido.- Igual que en el matrimonio
2) Seguir a aquel político que nos dice lo que nos pasa, te cuenta la realidad, pero como no nos gusta; le falta onda, es todo negativo o mejor dicho: típico marido engañado.- Igual que en el matrimonio
Ah, no debemos olvidar el amor por lo material.-
A Aristóteles Onassis le preguntaron una vez como hizo su fortuna.
Él contestó: vé esa lámpara?
Si, le dijo la periodita.
Yo la vi antes, desenfundó el magnate.
Que vamos a discutirle al matrimonio presidencial por la compra de U$S, el caso Skanska, la compra de terremos en El Calafate, el pago de sobreprecios en las naftas, el enriquecimiento ilícito del secretario privado de la Presidente, el uso inescrupuloso de las reservas, la compra de diputados y senadores si ellos lo vieron antes.
Solo que aquí, con intereses en el medio, el amor suele fluctuar para transformarse en rencor.-
Igual que en el matrimonio
No sea cuestión que comiencen a aparecer las infidelidades, se convierta en un divorcio traumático con costos impredecibles que deje secuelas difíciles de suturar.
Como siempre Igual que en el matrimonio

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu tiempo