La argentina es como una mujer a la que nunca terminas por descubrir.
Pícara, te envuelve, dándote sorpresas todos los días.
Caprichosa por donde la mires, te pone obstáculos imposibles de alcanzar, obligando a una negociación tan dificultosa como desgastante.
Entonces, la única salida es el consenso.
Pero, como un una familia, todos toman partido:
Opina la Corte, los sindicatos, los industriales, los diputados, los senadores. Es la democracia familiar pero multiplicada.
Eso siempre y cuando haya algo que discutir y se de la discusión.
Cuando partes aparentemente contrapuestas se endurecen y lo dicen, la virulencia comienza a ejercer su rol y así no hay ni país ni relaciones que perduren.
El arte de la seducción siempre debe aparecer.
Así como a una mujer, la política también debe ser pensada y proyectada para el mediano y largo plazo.
Asi como a una mujer, cuando querés hablar de temas profundos, la base debe ser sólida, sincera, de buena fe.-
Así como a una mujer, el autoritarismo debe dar paso al encantamiento diario para cautivarte con el perfume de la razón.-
Así, como a una mujer, dejá que la creatividad fluya y hace que los recuerdos te vistan de aprendizaje y por supuesto de buena memoria.-
Así, como a una mujer, dejá que el bocho se los hagan los otros.-
Si todo esto fuera posible Sra. Presidente, en el secreto de sus ojos se llevará grabada la garantía de fidelidad que cualquier político desea conseguir.
Así, como a una mujer.-
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