20 de diciembre de 2009

"La mística no se mancha" -Sergio Maffei

"Tiene razón Sabella, no debe ni puede haber hincha que no esté orgulloso de este equipo. ¿Cómo no estarlo si Estudiantes logró hacer terrenal a este enorme Barcelona? Lo maniató, lo preocupó, lo hizo transpirar, lo hizo sufrir, lo llevó a esforzarse al 120%, le demostró por 88 minutos que no era invencible, lo obligó a rezar, a pedir que pasaran los últimos minutos del suplementario y también a agradecer a todos los santos catalanes que ese cabezazo de Desábato no haya entrado. ¿Cómo no estarlo si eso no lo logró ningún otro equipo?
¿Cómo no estarlo si los jugadores, tus jugadores, otra vez mostraron ser una garantía de coraje, entrega, garra, alma y corazón jugando finales? En las cuatro definiciones que Estudiantes jugó en estos tres años (final del Apertura 06, final de la Sudamericana 08, final de la Libertadores 09 y ésta, la del mundo) lo único que cambió fue el resultado. En todo lo demás, siempre estuvo a la altura, siempre dio la talla, siempre dejó en alto su historia, siempre despertó la sana envidia del hincha imparcial (el que cuenta). Porque es imposible no reconocer que este equipo dignifica al fútbol argentino. Más allá de los estilos, de si jugó con cinco defensores o con cinco volantes, Estudiantes demostró que con los argentinos, en el fútbol, no se embroma.
Pero sigamos. ¿Cómo no estar orgullosos si Ré salió de la cancha sólo cuando diez rottweiler ya le habían comido los gemelos, si Verón siguió a pesar de que diez doberman le masticaban el mismo músculo, si Desábato defendió con la vida, si Braña entró en la lista para un transplante pulmonar, si Boselli la metió y las corrió todas, si cada uno jugó como hincha?
¿Cómo no estarlo si el cuerpo técnico demostró estar a la altura de Estudiantes, por su capacidad, por su identificación, por sus valores? Sabella había dicho que el desafío era encontrar la fórmula para jugarle al Barcelona, que el problema era que nadie la tenía... Bueno, en ese primer tiempo impecable desde lo táctico y estratégico, la consiguió.
¿Cómo no estar orgulloso si otra vez este plantel fue el primero en empezar a jugar y el último en terminar un año? Pasó en el 2008, cuando despidió el año jugando la Sudamericana. Arrancó antes que nadie este 2009 por el repechaje ante el Cristal, finalizó el primer semestre después de todos por la Copa, y de nuevo cerró la temporada sobre las Fiestas. Semejante esfuerzo tiene y tuvo su precio (el equipo llegó diezmado por el agotamiento, las lesiones y sin posibilidad de sumar a Sosa, el refuerzo que quería).
¿Cómo no estar orgulloso de esa gente que conmovió con su convocatoria y su aliento en Abu Dhabi? Estas movilizaciones también marcan hitos en la historia. Así como a Boca se le reconoció la multitud que llevó a Japón en el 2000, los cinco mil hinchas de Estudiantes en tierras árabes serán una marca eterna.
Estudiantes dejó su huella incuestionable en este Mundial de Clubes. Es el segundo mejor del mundo. Pudo ser el primero. La mística no se mancha".

Gracias al amigo Rubén Biloni por este aporte al blog. Y desde este humilde lugar saludamos a todos los hinchas del fútbol y especialmente a los pinchas Jose luis Cuozzo, Fabian Marcote, Damian Poidomani y a vos, Rubén Cabral que desde el cielo tambíén habrás alentado. ¿Quién dijo que todo está perdido?

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