Alberto, en persona, nos dirá si en verdad vive en un mundo sin luz.
Nos contará el trabajo de la Asociación, su medalla olímpica de... ¡ciclismo! en los últimos juegos Paraolímpicos de China, las actividades culturales que desarrollan y sobre todo, como intenta, desde su humilde lugar, concientizar a una sociedad realmente ciega.

Esa área social está bien cubierta, pero el 99 % de la gente que necesita lo mínimo indispensable, como trabajo, comida, medicamentos, colchones, frazadas, chapas, con suerte, si tienen algún amigo dentro del sistema político, pueden conseguir que se les brinde (¿estos artículos suntuosos?). Imagínese lo que queda para la numerosa franja de personas con cierto tipo de discapacidad, o sea, nada.
Creemos que alguna vez algún político se dará cuenta de las necesidades reales de todas las personas y especialmente de estas ¿medias? personas que respiran, piensan, votan, como cualquier otro ser. Las cientos de ONG que existen en nuestro país, cubren como pueden con los escasos recursos con los que cuentan, muchas de estas falencias con una gran espíritu solidario y con la mejor buena voluntad que pueden, como es nuestro caso.
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