
En el circuito lo bautizaron
El Nonno.
Alberto
Nattkemper se mueve con total naturalidad en un medio donde al paso del
tiempo se le suele colgar el cartel de “impedimento”. Tiene 61 años y hace
apenas diez que se subió por primera vez a una bicicleta. Desde entonces
participó de todos los campeonatos de ciclismo adaptado que se hicieron en el
país. “Creo que gané nueve de diez”, confía y ríe. Cuando compite, Alberto
apenas distingue luces y sombras:
una retinosis pigmentaria le quitó la
visión progresivamente. Alberto no puede disfrutar del paisaje, pero no
cambiaría por nada del mundo el placer que le produce sentir el viento sobre su
cara cuando corre. Como ahora, en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012, donde
ya se hizo de
dos diplomas y todavía le restan carreras por
pedalear.
Alberto nos visitó en octubre de 2011, representando a APANOVI. Gracias Alberto!!
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