2 de diciembre de 2009

"La historia del edificio Kavanagh (una historia de amor…)" -Ruben Damore


Nace por el despecho de una mujer y es así como el mal de amores llega a la arquitectura…

El edificio está ubicado en Florida y San Martín y si pasea por ahí, es una mole que no puede pasar desapercibida.

Corría la década del 30 cuando Corina Kavanagh, descendiente de una familia con mucho dinero y que, en ese entonces, se los denominaba despectivamente “nuevos ricos”, por no pertenecer al linaje patricio pero sí por su ansia de trascender, mantuvo un romance con un joven de la alta alcurnia, hijo de Mercedes Castellanos de Anchorena. Ésta se oponía a este amorío y logró que terminaran.


Dolida y humillada, Corina tramó una venganza sin sangre pero con ladrillos.

Compró un lote frente a la basílica del Santísimo Sacramento, por aquellos años erigido por los Anchorena como futuro sepulcro familiar. Este predio lo pretendían los Anchorena para construir su nueva mansión y anexar la basílica a ella y mudarse de su mansión donde hoy es Cancillería, del otro lado de Plaza San Martín.

Entonces, Corina, dispuesta a pegar donde más duele, ordenó la construcción de un gran edificio: tapar completamente la visual de la iglesia desde muchos ángulos y principalmente, desde los ventanales de la mansión de los Anchorena.

Logra el cometido en tan solo 14 meses.

El objetivo fue estrictamente cumplido: hoy, desde el único lugar donde se puede ver la iglesia es el pasaje donde corre el hotel Plaza y la torre, que se llama...Corina Kavanagh.


Cuenta con 33 pisos y 113 departamentos de lujo (todos completamente distintos entre sí, 3 ascensores, 5 entradas separadas, 5 escaleras, locales en la planta baja y estacionamiento. Resultó una verdadera novedad para la época, que se vio sorprendida por cómo el inmenso lugar se nutría de una pileta, talleres de lavado y planchado, cámara frigorífica para pieles y alfombras, sistema telefónico central y depósitos de seguridad. Fue el primer edificio con aire acondicionado en Buenos Aires...

Hasta el día de hoy no cuenta con portero eléctrico y hay que anunciarse como en un hotel…


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