Siempre es bueno sentarse, parar la vorágine de la vida diaria para hacer un balance.
El próximo 10 de diciembre cambia la composición de las cámaras y supuestarmente esto en el país debería producir alguna modificación de importancia.
Tanto el oficialismo como la oposición se mueven como roedores para marcar la agenda.
Surgirán nuevos liderazgos, reaparecerán viejos liderazgos venidos a menos. Lo cierto que muchas más voces se escucharán co la propa puesta en el 2011 como horizonte.
Sin embargo el clima social ya está instalado.
La violencia en la que se vive, va tornándose irrespirable día a día.
El pueblo ofatea y actúa. Sale a la calle ante el dolor que cada muerta ocasiona.
Es la democracia en efervesencia, en pleno estado de ebullición. El protagonismo de la gente asusta de manera atroz a quien dice representarlo.
A propósito:
¿Dónde está el diputado que hizo su campaña electoral en base a tener un plan para la inseguridad?
¿Por pué no la muestra ante esta ola de atentados?
El gobernador de la provincia de Buenos Aires también batiò el parche con este tema.
Está un poco desconcertado el hombre.
Solo atina a concurrir de velatorio en velatorio prometiendo hacerse cargo de la situación.
Cada cual atiende su juego pero está claro que poner la cara y blanquear imagen ya no es suficiente. De prevención ni hablar.
Mandar la Gendarmería o la policía con el hecho consumado no parece ser la receta adecuada.
Mientras tanto, la pobreza se extiende cada vez más y los distintos planes son solo paliativos que disimulan una creciente insatisfacción.
Por ahora, la ANSES financia al Estado en cada emprendimiento pero no es un barril sin fondos.
Seguramente nos haremos amigos del FMI para que apuntale nuestra economía y aporte el dinero fresco que se necestia en esta instancia.
Será como volver a las fuentes....
Cuando las papas queman, no hay pregresismo que valga.
¿Y de la corrupción que me dice?
Volvió Antonini y habló. Volvió Ocaña y habló.
Solo basta tomar nota de ciertas cosas para darse cuenta...
La palabra SIDA podría tener otra interpretación: Síntesis Irrefutable Decadencia Argentina.
La democracia, si algo tiene de bueno, es que siempre da revancha.
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